El agua es una fuerza poderosa. Cualquier duda de este hecho puede ser borrada por una simple visita al Gran Cañón. Y mientras que su hogar no está en peligro de convertirse en una de las Siete Maravillas del Mundo, el agua puede causar estragos en una escala mucho más pequeña.
Los daños causados por el agua pueden proceder de varias fuentes: inundaciones, roturas de tuberías, goteras de techos, filtraciones, etc. Muchos tipos son obvios, al igual que los daños causados por ellos. Pero incluso si usted no puede ver el daño de inmediato, un flujo lento de agua a menudo puede ser peor que las fugas obvias. Si no se trata, puede causar:
- Corrosión de tuberías.
- Daños de cimientos.
- Los malos olores.
- Moho.
Reparar los daños ocultos del agua puede ser un desafío aún mayor. Dependiendo de la fuente del daño, puede o no ser cubierto por el seguro del propietario. En el caso del moho, deshacerse del problema puede ser una cuestión monumental.
¿Cómo puede protegerse de esta amenaza? Una inspección profesional puede ayudar. Utilizando dispositivos avanzados de detección de humedad, junto con años de experiencia, a menudo podemos detectar daños en el agua mucho antes de que se convierta en un problema.